Ha de suprimir-se qualsevol exoneració de tributs locals de l’Església Catòlica que tingui origen concordatori. En aquest camp, les exempcions han de ser iguals per a tots.
Artículo 4.1. La Santa Sede, la Conferencia Episcopal, las diócesis, las parroquias y otras circunscripciones territoriales, las Ordenes y Congregaciones religiosas y los Institutos de vida consagrada y sus provincias y sus casas tendrán derecho a las siguientes exenciones:
A) Exención total y permanente de la Contribución Territorial Urbana de los siguientes inmuebles:
1) Los templos y capillas destinados al culto, y asimismo, sus dependencias o edificios
y locales anejos destinados a la actividad pastoral.
2) La residencia de los Obispos, de los Canónigos y de los Sacerdotes con cura de almas.
3) Los locales destinados a oficinas, la Curia diocesana y a oficinas parroquiales.
4) Los Seminarios destinados a la formación del clero diocesano y religioso y las Universidades eclesiásticas en tanto en cuanto impartan enseñanzas propias de disciplinas eclesiásticas.
5) Los edificios destinados primordialmente a casas o conventos de las Ordenes, Congregaciones religiosas e Institutos de vida consagrada 6 .
L’antiga exempció de la Contribució Territorial Urbana s’entén aplicable avui a l’Impost sobre Béns Immobles. Com hem repetit, ha de ser el legislador ordinari -i no un tractat internacional, és a dir, un pacte entre dues parts- qui reguli les exempcions. A més, és paradoxal que les associacions de veïns o de joves hagin de pagar l’IBI quan tenen una capacitat contributiva inexistent
i l’Església catòlica romana, un propietari importantíssim de terrenys i edificis rústics i urbans, n’està pràcticament exempta.